lunes, 28 de junio de 2010

Leonid Tsypkin


¿Por qué me sentía tan extrañamente atraído por la vida de este hombre que me despreciaba y a mi clase—aun deliberadamente o con los ojos abiertos, como a él le gustaba decir? ¿Por qué he venido hasta aquí, amparado por la noche, a caminar sobre estas benditas calles vacías como un ladrón?